Hay un momento, en estos días de fiestas, en el que algo baja el volumen. El año empieza a cerrarse y, casi sin darnos cuenta, miramos atrás. Aparecen los recuerdos, las personas, lo vivido. Nos sentamos un poco más despacio, compartimos mesa, palabras, silencios cómodos. Y sentimos —aunque no siempre sepamos explicarlo— que eso es lo importante.

Estas fechas tienen mucho de reencuentro: con los nuestros, con lo que somos, con lo que nos ha acompañado durante el año. Familia, amigos, afectos elegidos. Risas que vuelven, historias que se repiten, ausencias que también están. Todo conviviendo en el mismo instante.
Quienes amamos la fotografía sabemos reconocer esos momentos. Sabemos que no siempre pasan cosas “grandes”, pero sí verdaderas. Instantes frágiles, cotidianos, que merecen ser mirados con atención. Robert Frank decía que la fotografía tiene que ver con la vida, con lo que se siente. Y quizá por eso muchas veces fotografiar es una forma de cuidar, de agradecer, de decir en voz baja: esto no quiero olvidarlo.
Desde la asociación queremos darte las gracias por estar, por formar parte de esta comunidad que mira con sensibilidad y comparte una manera de entender el mundo a través de la imagen. Por acompañarnos a lo largo del año con tu presencia, tu mirada, tus ganas de aprender y de seguir creando juntos.
Al abrir la puerta al año nuevo, te deseamos tiempo. Tiempo para observar, para emocionarse, para equivocarse y volver a intentar. Que no falte la curiosidad, ni las preguntas, ni las imágenes que hagan sentir algo al mirarlas. Que sigamos encontrándonos, compartiendo y construyendo este espacio común que, más allá de las fotos, habla de personas.
Te deseamos unas fiestas llenas de cercanía y un comienzo de año luminoso, con proyectos que ilusionen, caminos por explorar y momentos que valgan la pena vivir… y, quizá, guardar.