Te presentamos un nuevo «reto extraordinario». Como sabes este reto es un reto mensual especial, que se rige por unas reglas especificas y que tiene premio seleccionado por un jurado. Pueden participar todas las personas asociadas con hasta 3 obras sacadas específicamente para este reto (en forma de serie o individuales) y las fotografías se han de entregar en formato digital e impresas en tamaño A4 o equivalente (el lado mayor tendrá como máximo 30 cm) y montadas en cartón pluma de 10 mm, para participar en la exposición que se celebra con todas las obras presentadas. Los premios son bastante jugosos:
- 1er Premio: 300 euros
- 2º Premio: 200 euros
- 3er Premio: 100 euros
Las obras se presentarán físicamente en el Centro Cultural Pérez de la Riva los días y en el horario fijado en las bases. No se admitirán obras presentadas con posterioridad al último día del mes aunque hay un teléfono de contacto para realizar la entrega.
No olvides leer las bases que puedes descargar en este enlace.
No dejes de participar porque este reto tiene un tema muy sugerente: la hora dorada y la hora azul:
Todos los fotógrafos hemos oído hablar siempre de la «Hora Dorada» y la «Hora Azul» (horas mágicas). Son dos momentos que se suceden durante los amaneceres y atardeceres. Ambas son breves espacios de tiempo en los que la luz tiene unas propiedades excelentes para realizar nuestras fotos.
Antes de la salida y la puesta del Sol hay una luz muy peculiar. Lo mismo ocurre cuando el Sol está muy cerca del horizonte. Es un tiempo en el que sus rayos ofrecen propiedades fotográficas únicas.
Son periodos muy cortos de tiempo. Varían a lo largo del año, en función de las distintas estaciones, husos horarios y del punto geográfico en el que nos encontremos.
La Hora Azul
Se trata de un intervalo de tiempo previo a la salida del Sol y en instantes después de su puesta. Son momentos en los que el Sol ya no ilumina directamente la Tierra que puede ver el fotógrafo, pero sí la parte superior de la atmósfera.
Esta circunstancia provoca que la luz roja que emite, de longitud de onda más larga, atraviese la atmósfera hacia el espacio. Cuando está a punto de salir o se acaba de ocultar, distinguimos en el cielo tonos anaranjados que tornan a rosados, o viceversa. Un poco más tarde, o antes si es en el amanecer, la luz azul emitida por el Sol se dispersa y difumina provocando que el cielo tenga un color azul intenso, iluminando la escena con una luz fría y difusa que genera colores saturados.
Es posible que, al no ver el Sol, nos parezca que no hay luz suficiente para hacer fotos. Es cierto que la luminosidad es más baja, pero normalmente se pueden hacer fotos durante varios minutos antes de que salga el Sol o después de que se ponga. Utilizando un trípode, los resultados serán mejores y evitaremos trepidaciones, sobre todo si apuramos el tiempo para hacer las fotos.
En los paisajes, el cielo cobrará un tono degradado de azul a naranja o rosado, muy atractivo, y puede que sus rayos iluminen las nubes y las tiñan de bonitos colores cálidos.
En paisajes urbanos, la combinación de la iluminación artificial de las ciudades con el intenso azul del cielo puede dar lugar a excelentes tomas, con mucho más interés que cuando ya es de noche, y el cielo aparece casi negro. En ambos casos es un escenario muy propicio para conseguir sombras y siluetas.
La Hora Dorada
Llega inmediatamente después de la hora azul, al amanecer o justo antes al atardecer. Se trata del período de tiempo en el que el Sol se encuentra sobre el horizonte. Sería lo que solemos considerar el amanecer y el atardecer «puro». Los momentos en los que los rayos del Sol llegan de forma paralela a nosotros y lo hacen con una calidez que no se da en el resto del día.
La zona del cielo más cercana al Sol lucirá espectacular con intensos tonos naranjas y amarillos, que luego se volverán rosados y violetas cuando la hora dorada dé paso a la azul (viceversa en el caso del amanecer). La luz cálida invade toda la escena creando una atmósfera única.
Son buenos momentos para los retratos. Los rayos del Sol no son excesivamente fuertes y podemos usarlos para que iluminen directamente al sujeto con una luz cálida, sin que provoquen sombras excesivamente fuertes que lo arruinen.
Si ponemos el Sol a contraluz, podemos conseguir un atractivo efecto del pelo iluminado, que revela un color más claro de como lo vemos normalmente.
Recordar la regla de que “hay que disparar a una fracción de segundo igual o mayor que la distancia focal que estemos usando”. Por ejemplo; 1/60 segundos si disparamos con un 60mm, 1/125 con un 100mm, etc. Es importante conocer hasta qué punto puedes forzar la sensibilidad de tu cámara para lograr nitidez.
Si fotografiamos en la hora dorada, es importante la medición de la luz. Hablamos de escenas que, normalmente, tienen un alto contraste. Conviene conocer bien los modos de medición de nuestra cámara y cómo usarlos. Es probable que el matricial no sea el más adecuado, sobre todo si incluimos al Sol dentro del encuadre.
Interesa saber qué es el botón de bloqueo de la exposición y cómo se utiliza, o recurrir a la compensación de exposición de nuestra cámara.
Es conveniente elegir el formato RAW, de manera que el balance de blancos no sea un problema, pensando en posibles correcciones posteriores. Conviene recordar que la composición debe estar bien cuidada porque, por muy bonita que sea la luz o el entorno, si la escena no tiene mayor interés, la fotografía tampoco la tendrá.
Enlaces de Interés
Hora dorada y hora azul en fotografía: la guía fotográfica definitiva que mejorará tus imágenes
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