La Agrupación fotográfica almeriense se creó en 1950 como una asociación para la difusión de la fotografía. Esta agrupación surgió en el marco de un movimiento asociacionista fotográfico en España iniciado en 1945 tras la quiebra cultural que supuso la guerra civil. En 1952 se crea la revista Arte Fotográfico, dirigida por Ignacio Barceló, que mantenía unos criterios de selección próximos al pictorialismo y el academicismo que impedían la innovación y solamente alguna publicación como los boletines de las agrupaciones fotográficas ofrecían la posibilidad de difundir las fotos de los distintos autores mas novedosos.
En 1955 fue elegido presidente de AFAL José María Artero García y secretario Carlos Pérez Siquier lo que supuso iniciar nuevos objetivos en la agrupación. De este modo se propusieron romper con la tradición pictorialista instalada en las sociedades fotográficas y ofrecer nuevos planteamientos fotográficos inspirados en otras corrientes existentes en el extranjero. Uno de sus objetivos fue realizar una revista abierta a formas fotográficas renovadas. Así, en enero de 1956 se lanzó el primer número de la revista AFAL, un boletín social al estilo de Sombras de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, o de los editados por la Agrupación Fotográfica de Cataluña, el Foto Club de Valencia o algunas otras asociaciones; en esta línea se editaron tres números pero el cuarto supuso un importante cambio cualitativo ya que se convirtió en una revista con una línea editorial dirigida a la fotografía documental y humanista en la que existía una preocupación por la imagen como instrumento de cultura y comunicación. Esta revista sirvió de nexo a un grupo de fotógrafos que modernizó la fotografía española inspirándose en las tendencias del documental neorrealista y del reportaje humanista que se desarrollaban fuera del país.
Entorno al grupo Afal se juntaron un grupo variado de fotógrafos que compartían interés por la función social del fotógrafo y su implicación en la realidad de su tiempo. El ideal de todos ellos fue expresar mediante procedimientos sencillos y directos sus inquietudes estéticas, lejos de estereotipos heredados de la pintura. En Afal se unieron fotógrafos de procedencias e intereses variados. Desde fotógrafos amateur como Gabriel Cualladó, Francisco Gómez, Joan Colom y Ricard Terré; algunos de ellos ligados a la cultura y las artes plásticas, como Gonzalo Juanes, Jesús de Perceval, Joaquín Rubio Camín y Josep Maria Casademont. Otros tenían una incipiente carrera profesional, como fueron Alberto Schommer, Xavier Miserachs o Ramón Masats.
No se puede decir que compartieran un mismo estilo, sino que el nexo se basó en la confrontación e intercambio de propuestas, algo de lo que se tiene constancia gracias a la abundante correspondencia que mantenían sus miembros. Éstos estaban dispersos por la geografía española, aunque núcleos más importantes, además de Almería, fueron los que se reunían en torno a la Agrupación Fotográfica de Cataluña, en Barcelona; el Casino del Comercio de Terrassa; la Agfoval de Valencia y la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.
Puedes ver ahora el documental de Alberto Gómez Uriol «AFAL, UNA MIRADA LIBRE (1956-1963)»