Desde sus orígenes, el ser humano ha sentido la necesidad de comunicarse a través del cuerpo. El baile, expresión rítmica y ritual del movimiento, ha servido como puente entre las personas y su entorno.
La danza ha recorrido los siglos contando historias, acercando a las personas y dando vida a emociones compartidas. Ha estado presente en rituales, celebraciones y momentos de conexión humana, sirviendo como vehículo para transmitir emociones y manifestar alegría. El baile trasciende las palabras: es un lenguaje universal que integra cuerpo, mente y espíritu.
Bailar no solo es movimiento. Es emoción, es conexión. Es una forma de contar historias sin palabras, de compartir sentimientos y vivencias. Bailar es también una manera de ser libre, de estar presente, de sentirse vivo. Incluso los más pequeños, sin haber aprendido a caminar, ya mueven su cuerpo de forma natural al ritmo de la música. El ritmo habita en nosotros.
Os proponemos un reto fotográfico lleno de energía, emoción y belleza. Queremos invitaros a capturar el baile con vuestras cámaras, enfocándoos en los movimientos, las expresiones, los gestos, las posturas, los detalles y los estilos.
Puede ser un salto congelado en el aire, una mirada intensa, una mano extendida, una figura en plena acción, un grupo en sincronía o un solo improvisado. Todo cuenta.
Podéis fotografiar cualquier estilo: ballet, contemporáneo, flamenco, hip hop, danza folklórica, urbana, libre… en estudio, en escenarios, al aire libre, en los pueblos o en cualquier lugar donde el cuerpo se exprese.
Anímate a mirar el mundo en movimiento. Y por qué no… también despertar el ritmo que llevamos dentro. Porque sin importar nuestras habilidades, el baile vive en todos. ¡A Bailar!
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