El pasado sábado 29 de noviembre, la Asociación Cámara en Mano celebró una de sus salidas más esperadas: la visita a la Ruta del Mimbre, una jornada repleta de paisajes únicos, patrimonio histórico y oportunidades fotográficas excepcionales.
La aventura comenzó temprano cuando el grupo tomó rumbo hacia Cañamares, donde a las 10:00 nos esperaba un reconfortante desayuno en el Bar La Dehesa. Desde allí se iniciaría la ruta fotográfica propiamente dicha.
La primera parada tuvo como protagonista al mimbre, ese cultivo tan característico de la zona. Los participantes recorrieron los alrededores del pueblo, donde pudieron contemplar los hatillos de mimbres puestos a secar. Las espectaculares pirámides rojizas ofrecían una escena casi irreal, como si fuesen “hoguera tras hoguera” repartidas por el paisaje. También se visitaron varias parcelas que aún conservan plantaciones de este emblemático cultivo.
Después, el grupo se dirigió hacia Priego, disfrutando del trayecto paralelo al río Escabas y del impresionante estrecho de Priego, con sus paredes verticales y las buitreras que sobrevuelan la zona. Allí se detuvieron para capturar fotografías del paraje y de las ruinas de un antiguo molino.
Ya en Priego, la mañana continuó con la visita a las ruinas del Convento del Rosal y el magnífico mirador del Convento de San Miguel de las Victorias, desde donde se obtienen vistas imponentes de la hoz del río Escabas. Cada rincón ofrecía un escenario perfecto para el objetivo de cualquier aficionado a la fotografía.

A las 14:30, el grupo disfrutó de una comida concertada en el restaurante La Rubia, ubicado en la misma Plaza Mayor, un edificio singular y cargado de encanto. Tras el almuerzo, los asistentes dedicaron la tarde a recorrer algunos puntos emblemáticos del casco histórico: la Plaza Mayor, la Torre de Despeñaperros, el Puente Liende sobre el Escabas, así como diferentes calles tradicionalmente ligadas al patrimonio cerámico de la localidad.
Antes de iniciar el regreso, se hizo una parada obligatoria en casa de Jesús Parra, el ceramista que tiene su taller a la entrada del pueblo donde nos realizó una instructiva demostración del arte de la alfarería.
La jornada concluyó alrededor de las 18:00, tras un día completo de convivencia, descubrimientos y cientos de fotografías que capturan la esencia de un entorno tan singular como el de la Ruta del Mimbre.
La salida dejó en los participantes la sensación de haber vivido una experiencia única, combinando naturaleza, historia y el placer de fotografiar algunos de los paisajes más bellos de la provincia.
A continuación puedes ver algunas de las fotos de los asistentes a la salida.

















