El Cementerio Monumental de Milán fue construido en 1866 y es uno de los dos cementerios más grandes que posee la ciudad del norte de Italia. Destaca por el alto nivel artístico de las tumbas que allí se encuentran. Más que un cementerio, se trata de un museo al aire libre que muestra impresionantes obras realizadas desde el siglo XIX hasta la actualidad.
Sorprende en el arte funerario que encontramos en este cementerio la belleza de las figuras y el canto a la vida que hacen la mayoría de ellas. En algunas de estas esculturas podemos ver la representación del dolor de las personas allegadas a la persona fallecida (generalmente mujeres dolientes) y también en otros muchos casos, representando la figura de la persona que se ha marchado.
Pero en otras ocasiones se representa a la persona fallecida con todo el esplendor de cuando estaba viva, como un regalo a las generaciones venideras y un recuerdo para la posteridad. Figuras extremadamente bellas, en las posiciones más naturales y con los gestos más “vivos”. Resalta también el uso del desnudo, en su mayoría de mujer, como símbolo de vida y belleza.
Resulta sorprendente pensar que, en la mayoría de los casos, esa figura es la única representación que había de la persona fallecida pues, hasta la aparición y popularización de la fotografía, tan solo las clases muy altas podían pagar a un pintor retratista para que dejara constancia de la figura de un ser querido (aunque me temo que los pobres tampoco podían enterrarse en este cementerio). Incluso en los inicios de la fotografía, se popularizó la costumbre de fotografiar a la persona difunta para dejar un recuerdo de la misma. De hecho, en la actualidad tenemos varios ejemplos de coleccionistas de fotografías necrológicas de aquella época.
Espero que disfrutes con las imágenes de este cementerio que realmente merece la pena visitar y dedicar tiempo suficiente para disfrutarlo.
Puedes ver el libro de autor de este proyecto en este enlace.