Este proyecto nació casi por azar. Cuando me propuse llevar a cabo un proyecto fotográfico, lo primero que visualicé fueron faros y los reflejos en el agua. Sentí que ahí estarían mis fotos. Aprovecharía mi viaje de verano a la Columbia Británica de Canadá para llevarlo a cabo. Y así empezó, “entre reflejos”. En Vancouver, rodeada por el mar y las montañas, tuve la oportunidad de fotografiar su maravillosa naturaleza. No sabes donde mirar, pues cada vez que te giras un poco, ves algo mucho más bonito que lo anterior. Esos inmensos bosques con distintos tonos de verde, esos lagos, esos ríos con agua de glaciar…pero como me había centrado en un proyecto de reflejos, descarté todos esos otros temas.
Y fue paseando por la zona norte de Vancouver cuando, sin buscarlo, me encontré con el barrio de casas flotantes llamado Mosquito Creek. Allí empezó este proyecto, pero yo aún no lo sabía. Primero fueron los reflejos, pero enseguida su color, lo que llamó mi atención. Con eso en mi mente, seguí viaje.
Y fue, durante la visita a Victoria, la capital de esa Columbia Británica que se encuentra en la isla de Vancouver, cuando descubrí “el color de los reflejos”.
Es una ciudad victoriana donde habitualmente llueve. Por esa razón suele ser muy gris, a pesar del verde de sus bosques y el color de sus flores. Después de una mañana lluviosa, ventosa y fresca, salió el sol al atardecer justo cuando visitábamos el Muelle de los Pescadores (Fisherman’s Wharf), y entonces, descubrí esa calma flotante, esos maravillosos colores y sobre todo, sus impresionantes reflejos.
Creo que la cámara no ha sido capaz de captar todo lo que pude “sentir” en esos momentos.
Espero que este paseo os haga disfrutar de ese “color de los reflejos”, tanto como yo lo he disfrutado.
