En este proyecto reúno diferentes aventuras de personas que cada día se levantan para enfrentarse a su tarea diaria en la otra punta del mundo .
La luz y el calor de la isla La Española les imprime un carácter particular para hacer frente al trabajo . No importa si son policías, vigilantes, fotógrafos ,cocheros, vendedores de helados, barrenderas, hacedoras de trenzas, porteadores, vendedores ambulantes u obreros de cualquier gremio ,en todos ellos hallamos un punto en común que deja a un lado la celeridad de nuestro entorno. A pesar de lo duras que puedan ser para algunos las condiciones de trabajo se intuye cierto halo de resignación y tranquilidad.
En estas historias aparece tanta serenidad que me hace imaginar a los protagonistas de mis fotografías como seguidores de Gregorio Marañón: ”El trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo”.
Mercedes Conesa
2012