Varios de los miembros de la Asociación asistimos, el pasado 6 de junio, a la inauguración de la exposición “El Universo de una Estrella. Ouka Leele” en los locales de la Real Sociedad Fotográfica.
Invitados por la Real Sociedad Fotográfica, pudimos contemplar obras, en blanco y negro, de la primera época de la genial fotógrafa. Las obras fueron cedidas por su hija María, especialmente para esta retrospectiva de la obra de Ouka Leele.
Según sus propias palabras, entendió la fotografía como «poesía visual, una forma de hablar sin usar palabras». Premio Nacional de Fotografía en 2005 por “cuestionar los límites de la fotografía”, su obra autodidacta y vitalista es icónica del Madrid de la Movida madrileña.
Bárbara Allende se convirtió en una estrella cuando, en 1979, adoptó como pseudónimo Ouka Leele, una constelación salida de la galaxia imaginaria del Hortelano para su emblemático cómic Europa Requiem.
Artista polifacética, asumió durante su carrera constantes retos para sus creaciones, utilizando recursos de todas las disciplinas artísticas como la pintura, el dibujo, la fotografía, la escenografía, el perfomance, el cine y el video, e incluso literarias, como la poesía y el relato.
Entendiendo la fotografía como poesía visual, como una forma de hablar sin usar las palabras, revolucionó el género con las imágenes llenas de color de su serie Peluquería. Así, capa sobre capa, como hacen los pintores, Ouka Leele iluminaba las escenas, les insuflaba vida, las dotaba de magia.
En esta exposición, la fotógrafa que soñaba en colores, se desnuda delante de nosotros, se despoja de todo lo artificioso para mostrarnos su parte más íntima, su mirada primigenia, su universo descarnado. Lo esencial. En blanco y negro
Bárbara retoma la fotografía de sus inicios, más bien siempre tuvo un hueco para los abanicos grises. Tonalidades capaces de capturar objetos y escenas a los que dota de cualidades mágicas, de su mística doméstica. Composiciones estudiadas y paisajes construidos, habitados por ninfas y duendecillos, por personajes salidos de su imaginación y de su corazón, para contarnos una historia. Retratos intimistas de su familia, de sus amigos, de su universo. Aquí, vida y fotografía se unen para atrapar momentos, para retratar el tiempo. (Texto de María Redondo)
